En este artículo vamos a comentar el estudio titulado “Marketing político: concepto, evolución y aplicación” de José Luis Sanchís, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, y de María José Coperías Aguilar, profesora de la Universidad de Valencia.

Marketing político

Partido-politico-orientado-producto-ventas-mercado

concepto, evolución y aplicación

¿Qué es el marketing político?

El marketing político es una disciplina que combina las técnicas del marketing comercial con las de la comunicación política, con el objetivo de influir en la opinión pública y conseguir el apoyo de los votantes. El marketing político se basa en el análisis del entorno, la segmentación del mercado electoral, la definición de la estrategia, el diseño del mensaje y la evaluación de los resultados.

¿Cómo ha evolucionado ?

El marketing político tiene sus orígenes en Estados Unidos, donde se empezó a aplicar en las campañas electorales desde principios del siglo XX. Sin embargo, fue a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando el marketing político se desarrolló y se profesionalizó, gracias al avance de las ciencias sociales, la investigación de mercados, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.

 MARKETING 4.0

DEL ORIGEN DEL MARKETING AL ACTUAL MARKETING 4.0: www.factoriadeproyectos.com

El estudio de José Luis Sanchís y María José Coperías Aguilar propone una clasificación de las etapas del marketing político según los siguientes criterios:

Etapa Años Características
Marketing político 1.0 1900-1950 Uso de técnicas básicas de propaganda y publicidad. Predominio del discurso ideológico.
Marketing político 2.0 1950-1980 Uso de técnicas avanzadas de investigación de mercados y comunicación persuasiva. Predominio del discurso racional.
Marketing político 3.0 1980-2010 Uso de técnicas sofisticadas de segmentación, posicionamiento y personalización. Predominio del discurso emocional.
Marketing político 4.0 2010-actualidad Uso de técnicas innovadoras de interacción, participación y movilización. Predominio del discurso relacional.

¿Cómo se aplica el marketing político en la actualidad?

El marketing político 4.0 se caracteriza por el uso intensivo de las redes sociales, los dispositivos móviles y las plataformas digitales, que permiten una comunicación bidireccional, horizontal y multicanal entre los actores políticos y los ciudadanos. El marketing político 4.0 busca crear comunidades, generar engagement y fomentar la acción colectiva.

¿Qué fases tiene un plan estratégico de marketing según el estudio?

Según el estudio de José Luis Sanchís y María José Coperías Aguilar, un plan estratégico de marketing político se compone de cuatro fases:

  • Comunicación integral: consiste en desarrollar una comunicación coherente y coordinada desde el punto de vista interno y externo, es decir, entre los miembros del partido o equipo político y entre estos y los ciudadanos. Se trata de crear una identidad y una cultura política común y compartida.
  • Comunicación institucional: consiste en desarrollar herramientas de comunicación a través de todas las áreas del partido o equipo político, tanto las relacionadas con la gestión como con la representación. Se trata de informar, rendir cuentas y generar confianza y credibilidad entre los ciudadanos.
  • Promoción y explotación del logro: consiste en centrarse en que el resto conozca las acciones del gobierno o de la oposición, destacando los beneficios y los resultados obtenidos. Se trata de crear una imagen positiva y diferenciada del partido o equipo político.
  • Precampaña y campaña electoral: consiste en posicionarse y competir por el voto de los ciudadanos, desarrollando actividades de movilización, persuasión y fidelización. Se trata de conseguir el apoyo mayoritario y la victoria electoral.

¿Cómo se aplica  en España 2023?

España es un país con una gran diversidad política, donde conviven diferentes partidos, ideologías, nacionalidades y sensibilidades. El marketing político en España debe tener en cuenta esta realidad y adaptarse a las demandas y expectativas de los distintos segmentos del electorado.

marketing político

En 2023, España se enfrenta a un año preelectoral, ya que en 2024 se celebrarán elecciones generales, autonómicas y municipales. Además, España asumirá la presidencia del Consejo de la Unión Europea durante el segundo semestre del año, lo que supone una oportunidad y un reto para proyectar su imagen e influencia en el ámbito europeo e internacional.

El marketing político en España 2023 tendrá que afrontar varios desafíos y aprendizajes, entre los que se pueden destacar los siguientes :

  • El contexto de la guerra en Ucrania y sus consecuencias para la seguridad, la economía y la energía de Europa y España. El marketing político tendrá que transmitir un mensaje de firmeza, solidaridad y responsabilidad frente a la agresión rusa, al tiempo que gestionar las posibles tensiones internas y externas que pueda generar el conflicto.
  • La recuperación económica y social tras la pandemia del COVID-19. El marketing político tendrá que comunicar los logros y los desafíos de la gestión de la crisis sanitaria y sus efectos, así como los planes y proyectos para impulsar el crecimiento, el empleo, la cohesión y la transformación digital y ecológica del país, con especial atención al uso de los fondos europeos.
  • La renovación del liderazgo político y la oferta electoral. El marketing político tendrá que contribuir a definir y posicionar las propuestas y los perfiles de los candidatos de los distintos partidos, teniendo en cuenta las demandas y preferencias de los votantes, así como las tendencias sociales, culturales y demográficas que influyen en el comportamiento electoral.
  • La innovación en las estrategias y herramientas de comunicación política. El marketing político tendrá que aprovechar las ventajas y oportunidades que ofrecen las redes sociales, los dispositivos móviles y las plataformas digitales para interactuar, participar y movilizar a los ciudadanos, así como para monitorizar y analizar el clima de opinión pública. Al mismo tiempo, tendrá que hacer frente a los riesgos y amenazas que suponen las noticias falsas, la desinformación y la polarización.